FUNREMAI Y EL GRUPO INFORMATIVO CR MEDIOS INFORMANDO JUNTOS.
NOTICIAS FORTUNA SU MEDIO DE COMUNICACIÓN REGIONAL.
“COSTA RICA NOTICIAS FORTUNA”Así lo plantea la ONU, por su invaluable papel en el desarrollo, la transformación social y porque la educación es un recurso renovable de la humanidad y un derecho humano fundamental
A pesar de los desafíos que plantea la Organización de Naciones Unidas (ONU), al insistir en que más de 262 millones de niños y jóvenes carecen de escolarización y que 617 millones de menores aún no pueden leer, en el mundo ha habido importantes avances en la materia.
La educación está catalogada por la ONU como un recurso renovable de la humanidad que reafirma su invaluable papel como derecho humano fundamental y por ello, todos los gobiernos del mundo saben que es un elemento imprescindible para las distintas sociedades pues constituye una herramienta vital que coadyuva al desarrollo y a la transformación social.
Con frecuencia, la UNESCO hace hincapié a través de sus mensajes y campañas, en que la educación debe ser igual para todos pues ello permite “un mismo nivel de competencia” lo cual no implica que las personas sean iguales, pero sí que se les ofrezcan las mismas oportunidades educativas para que tengan acceso a mejorar su vida según sean las capacidades de cada cual.
Por ello, países como el nuestro, que a lo largo de su historia democrática han apostado por la educación, deben velar porque el sistema educativo sea cada día más integrador y cooperativo. Las escuelas forman parte del núcleo principal de cada comunidad y es deber de las autoridades y de los ciudadanos, vigilar para que efectivamente, sean centros de aprendizaje integral que impacten positivamente la vida de los estudiantes.
En la actualidad, muchas escuelas costarricenses han incorporado a niños de otras nacionalidades que provienen de familias desplazadas de sus países de origen por motivos como son: la falta de empleo, pobreza, conflictos políticos y otras razones de peso.
Muchas escuelas costarricenses, a pesar de contar con escasos recursos han incorporado a niños de otras nacionalidades que provienen de familias desplazadas de sus países de origen (Foto archivo)
En virtud de que vivimos en un clima democrático, nuestras escuelas y colegios están llamados a propiciar asertivamente el desarrollo de habilidades cognitivas, intelectuales y físicas de los alumnos y también un pensamiento crítico. Su misión incluye claramente el proceso de evaluar la compresión de los contenidos impartidos en el aula y la formación de seres humanos libres de pensamiento y opinión. Pero todo ello debe darse en un marco de respeto y cordialidad donde no sólo se examinen los derechos sino también las responsabilidades que los acompañan.
Costa Rica y su misión educativa
Es evidente que en diferentes partes del mundo, las leyes y políticas educativas son distintas y en consecuencia, también lo es la manera de enseñar. Por ello resulta importante implementar programas educativos que respondan a las condiciones imperantes en cada región.
Por ejemplo, en Kenia, no es obligatorio que los niños vayan a la escuela, pero la mayoría lo hace. Mientras que los que viven en Pakistán no tienen derecho legal a una educación gratuita y la educación obligatoria solo se reduce a los niños de cinco a nueve años.
Por otra parte, en nuestro país, donde la educación por ley es gratuita y obligatoria, lamentablemente se han ido desvirtuado algunos de estos principios pues para innumerables familias cada vez resulta más oneroso adquirir los útiles, uniformes y cubrir las “contribuciones” que se les exigen, debido a que muchas escuelas públicas no cuentan con el presupuesto adecuado para afrontar gastos y las condiciones de sus instalaciones son precarias.
De ahí la necesidad de fortalecer los presupuestos dedicados a este rubro y por qué no decirlo, también sería bueno redefinir el rumbo de la educación para que incorpore nuevos elementos que permitan una formación humanística integral basada en valores, fortalezas y capacidades.
Adicionalmente, el gobierno debe cumplir con el deber de proveer los recursos económicos oportunamente en todos los niveles; de velar por el mantenimiento de la infraestructura escolar, vigilar el uso adecuado de los fondos y contratar personal docente que realmente cumpla con los requisitos que su importante responsabilidad demanda.
La actual ministra de Educación de Costa Rica, Anna Katharina Muller, tiene sobre sus hombros una pesada tarea, considerando la grave crisis que sufre ese importante sector (Foto archivo)
Para nadie es un secreto el enorme deterioro que las instalaciones de muchas escuelas públicas han sufrido a lo largo de décadas; también el nivel de la enseñanza oficial ha bajado ostensiblemente. Y notamos con preocupación las carencias en educación cívica y otras falencias que afectan temas básicos como el uso del idioma, el interés en la lectura y la capacidad de reflexión y discernimiento.
No obstante, en general, según la ONU el mundo está “cada vez más alfabetizado” entendiéndose que ello se refiere básicamente a enseñar a leer y escribir.
Aunque este aprendizaje inicial representa para millones de personas una primera ventana hacia un futuro mejor, la educación debe extenderse más allá de sus herramientas básicas de manera que se convierta en un proceso continuo que a lo largo de la vida les permita a los seres humanos, de cualquier edad y condición, nutrirse y mejorar sus habilidades, conducta y decisiones, conforme vayan recibiendo insumos no sólo académicos sino también aquellos que provienen de las creencias familiares, normas y tradiciones locales. Recordemos que es en el seno familiar donde comienza ese valioso proceso.
Alfabetización a nivel planetario
Cifras obtenidas de “Our World in Data”, (Nuestro mundo en datos) dan cuenta de que actualmente, el 86% de las personas mayores de 15 años en el mundo pueden leer y escribir. En jóvenes la cifra llega al 91%. Ello porque en los últimos 65 años, la tasa mundial de alfabetización aumentó un 4% cada 5 años, del 42% en 1960 al 86% en 2015.
La fuente informativa también indica que las tasas globales de alfabetización y asistencia escolar son superiores al 80%, y que aunque la desigualdad entre las regiones del mundo todavía persiste, es mucho menor.
Por su parte, la BBC ha publicado que la tasa de alfabetización en adultos en América Latina y el Caribe alcanza el 94% y en jóvenes es del 98%. Subrayan además que en esas mismas regiones hay alrededor de 20 millones de estudiantes cursando la educación superior, la cual consideran es “cada vez más igualitaria”.
Los datos anteriores destacan el impacto que han tenido los principios de solidaridad social que los gobiernos del continente deben mantener y consolidar a través de una mayor inversión en el tema educativo.
Las instalaciones de innumerables centros educativos del país se encuentran en precarias condiciones no sólo por la falta de mantenimiento sino también por el embate de los aguaceros e inundaciones que han afectado la infraestructura (Foto Archivo)
Sin embargo, para los costarricenses, los objetivos en materia de educación tienen que estar muy por encima de las enseñanzas básicas pues el potencial humano que posee el país merece las mejores plataformas para desarrollarse plenamente. Las vías han sido analizadas y las posibles soluciones para facilitarlas, también han sido planteadas.
Durante la presentación del Octavo Informe Estado de la Educación 2021, los investigadores, que calificaron la situación de “la peor crisis educativa en varias décadas” hicieron énfasis en que ello se debía, entre otras cosas, a los rezagos históricos que se han acumulado y al impacto que tuvo la pandemia de Covid 19 en el sector, aunque de forma propositiva, emitieron recomendaciones puntuales para ser incorporadas prioritaria y oportunamente por las autoridades educativas del país. Menuda tarea, pero no imposible.
Vale la pena traer a colación el hecho de que desde 1957, cuando la Asamblea Legislativa de Costa Rica aprobó la Ley Fundamental de Educación, se señaló puntualmente la obligación del Estado de formar «ciudadanos amantes de su Patria, conscientes de sus deberes, de sus derechos y de sus libertades fundamentales, con profundo sentido de responsabilidad y de respeto a la dignidad humana; además, contribuir al desenvolvimiento pleno de la personalidad».
Pensamos que en esta misma línea de recuperación y fortalecimiento de la educación pública, esté ya trabajando la cartera respectiva bajo la batuta de la ministra Anna Katharina Muller, quien hace unos meses, cuando se produjo la discusión por el Fondo Especial de Educación Superior (FEES) indicó en cadena nacional de radio y televisión que era prioritario «procurar educación de calidad para las actuales y nuevas generaciones de costarricenses. Las limitaciones financieras del país nos están afectando; tomar decisiones es una tarea compleja que solo se logra con el diálogo y una participación abierta», agregó la jerarca quien también señaló:
«Desde el inicio de mi gestión hice un llamado a la sociedad costarricense para que juntos busquemos el equilibrio y protejamos la educación a lo largo de la vida. Esta es nuestra mayor riqueza y la que nos ha hecho quienes somos los costarricenses». Sabias palabras y un compromiso que esperamos calen hondo tanto a nivel de gobernantes como de gobernados y se conviertan en acciones precisas para lograr los objetivos urgentes y necesarios por los que el país ha estado esperando.